Kathryn
Sikkink, El Proyecto Desarrollista en la Argentina y Brasil: Frondizi y Kubistschek, Mexico, Siglo Veintiuno,
Editorial Latinoamericana, 2009.
El efecto
directo del cierre de mercados de exportación e importación provocado por la Gran Depresión y la Segunda Guerra
Mundial obligaron a países como Brasil y
Argentina a una transformación forzosa
de sus industrias para sustituir los bienes antes importados para abastecer al
mercado local dando comienzo a un proceso de sustitución de importaciones que
luego de terminado el conflicto se deciden en profundizar.
Las políticas de
desarrollismo y populismo nacional centran sus focos de acción en el proceso de
industrialización por sustitución de importaciones, el modelo desarrollista
impulsado por la inversión interna y externa mientras que el populismo nacional
utiliza la demanda interna como motor del proceso industrial.
Las políticas
desarrollistas tuvieron en las Naciones Unidas a su principal impulsor con la
creación en 1948 de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la
comisión fue el resultado de las delegaciones latinoamericanas y otros países
del Tercer Mundo con sentimientos pro industriales que tratan de involucrar a
la ONU con un proyecto real de industrialización y desarrollo, proporcionando
medios teóricos y técnicos para ser aplicados en la región.
La autora en su
libro plantea distintas incógnitas a resolver, entre las principales surgen
¿Por qué se adoptaron los modelos desarrollistas similares en Argentina y
Brasil durante la década de 1950?, ¿Por qué los resultados fueron tan
diferentes entre un país y otro?, para
responder a esta dirección de encuesta enfoca su análisis en un estudio
comparativo en la aplicación del plan desarrollista en ambos países, utiliza
estadísticas oficiales y entrevistas a los protagonistas del momento.
Comienza con un análisis del estado de la situación política, económica y
social al momento de la aplicación del
modelo desarrollista, las estructuras estatales, los recursos humanos, los
recursos técnicos, el compromiso con las ideas desarrollistas de los actores políticos,
económicos y sociales, la ejecución de las ideas desarrollistas y los logros
obtenidos.
El estudio del
desarrollismo en Argentina comprende el periodo entre los años 1955 a 1962, con
el comienzo Revolución Libertadora en 1955 donde el presidente Lonardi convoca
a Raúl Prebisch como asesor económico del equipo de gobierno, participe de la
CEPAL y con vínculos cercanos a sectores políticos conservadores, Prebisch elaboro
un plan de acción con tintes desarrollistas con base en los estudios de la
CEPAL el plan fracasa principalmente por
no poseer las instituciones estales necesarias para ponerlo en marcha.
En las
elecciones de 1957 con la prescripción del partido peronista el Dr. Arturo
Frondizi alcanzó el 41,8 % luego de pactar en forma secreta con el líder del
Partido Peronista en el exilio, con su compañero de ideas Rogelio Frigerio
encabezaron el proyecto desarrollista en la Argentina.
El gobierno de
Frondizi es dividido por la autora en tres etapas. La primera desde mayo 1958 a
junio 1959 en donde se adoptaron las medidas más importantes del movimiento
desarrollista, la segunda etapa Junio de 1959 a Abril de 1961 en donde el
presidente recibe mayores presiones de sectores de la sociedad vinculados al
ámbito militar y conservador. En este periodo, la autora percibe la pérdida del
poder real de Frondizi sobre su gobierno y la tercera comprende desde Mayo 1961
a Marzo de 1962 con el derrocamiento del gobierno desarrollista.
El análisis de
los distintos actores sociales, políticos y económicos de la sociedad ayuda
a comprender el complejo entramado de
intereses que tuvo que enfrentar el gobierno de Frondizi durante la gestión de
su gobierno, donde se pasa de una euforia inicial y de grandes esperanzas, a
otro de creciente desilusión y frustración, terminando sus mandatos con
políticas erradas y contradictorias para el electorado.
El plan desarrollista
en Brasil comprende el periodo entre 1954 a 1961, desde el comienzo de su
análisis la autora plantea el mejor escenario político que dispuso el
presidente electo Kubistchek como heredero político del gobierno populista de
Getulio Vargas, comparado con la herencia política recibida por el presidente Frondizi
luego del derrocamiento del gobierno peronista.
Kubitschek presentó un proyecto económico
desarrollista que llevó el nombre de Plan de Metas fruto de su experiencia
anterior como gobernador enfocando prioridades en los sectores energético,
transporte, alimentario, industrias básicas y educativo.- Se cuantificaron volúmenes y
gastos, con resultados concretos en su final de gestión y dejando una línea de
continuidad en la ejecución del plan desarrollista para el próximo gobernante.
El gobierno
brasileño buscó atraer inversiones extranjeras para impulsar la economía local
de la misma manera que la Argentina, ambas economías casi el mismo volumen de
inversiones en millones de dólares, sin embargo la política exterior brasilera jugó
un papel clave en la obtención de los medios a pesar del enfrentamiento directo
con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Los distintos
componentes de la sociedad brasilera no plantean un enfrentamiento directo al
plan desarrollistas sino todo lo contrario, sectores industriales prestan el
apoyo necesario para la concreción de los fines del plan, el movimiento obrero
ve al gobierno de Kubistechk en forma
optimista obteniendo mayores recursos el gobierno final de Vargas y el sector
rural no influye en las decisiones del gobierno.
El punto principal
entre los distintos procesos desarrollistas la autora lo centra en las estructuras institucionales del estado, la
burocracia estatal y la capacitación de las mismas para ejecutar y administrar
en forma efectiva las ideas
desarrollistas en el plan de gobierno, poco efectivas y ausentes
en el caso argentino, de alta capacidad intelectual e independientes en
su accionar en el caso brasilero.
Se introduce una
categoría para el análisis de los modelos desarrollistas denominado “capital simbólico”
que puede tener relación directa con el capital económico, pero se identifica
especialmente con los hechos políticos que los estadistas generan en sus actos
de gobierno que les permite ir acumulando adhesiones y abandonos según el grado
de popularidad de sus acciones
Como efecto
negativo en el caso argentino la implementación del acuerdo con FMI que provocó una fuerte pérdida del empleo y
la caída de salarios; otro ejemplo negativo es la reunión del presidente
Frondizi con el Che Guevara dentro del ámbito conservador y el ámbito militar.
Efecto positivo para el caso brasilero fue la ruptura con el plan del FMI
evitando el duro ajuste que sufrió la sociedad argentina y la visión de futuro
del gobierno de Kubitschek con la construcción de la nueva capital en Brasilia.
La conclusión
que plantea el libro se centra en la capacidad que tuvieron los dirigentes
brasileros para expandir la idea del desarrollismo sobre la sociedad,
utilizando la capacidad de las estructuras estatales ya instaladas en el
gobierno centralista brasilero, el fracaso del proyecto argentino responde a la
inexistencia de una infraestructura adecuada en el ámbito estatal sumado al
escaso margen de adhesión que las autoridades argentinas lograron imponer de
las ideas vinculadas al desarrollismo.
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