La predica intelectual de los fines de 1870 insistía en la necesidad de reorientar la política migratoria consagrada en la ley 1876, en un sentido más activo, para promover la inmigración de otros grupos europeos en consonancia con que aquel ideal de importar personas de la parte más avanzada de Europa. A través de incoativas del estatales se desarrollo atreves de los pasajes subsidiados para la llegada a nuestro país, estos pasajes tuvieron como beneficiario la población española.
Los grupos provenientes del centro europeo tuvieron distinta suerte en su traslado y asentamiento en el territorio argentino en especial el centro sur del país. A partir de 1891 se decidió solo conceder algunos pasajes para promover la llegada de familias que viniesen a reunirse con inmigrantes ya instalados en el país.
Los finales de la década de los ochenta resumen entonces algo que podríamos denominar un 1er conjunto de motivos en torno a la inmigración y la nación, la identidad, la nacionalidad, consagraban además un primer momento de instauración de una pedagogía de las estatuas y el llamado lugares de la memoria. A fines de los ochenta se apelo a construir la tradicional nacional, se redescubrió identidades españolas potenciando el legado y la herencia española.
La crisis de 1890 significo un duro golpe para los inmigrantes ya instalados y desalentó nuevos desplazamientos, muchos ahorros se perdieron en la crisis, a menudo porque los inmigrantes preferían confiárselo al paisano que disponía de una pequeña o un comercio y tenia parientes también dedicados a esa tarea en el pueblo de origen, antes que un gran banco interpersonal.
Una oleada de imágenes negativas sustituía ahora las positivas de la década precedente y ello perjudicaba la recuperación de las corrientes migratorias, los cambios de los flujos regionales iban acompañados por modificaciones en la composición profesional de los migrantes, decrecía el número de agricultores y subían en cambio el de los jornaleros y sin profesión como el de los artesanos.
Para los grupos más numerosos había 190 hombres x cada 100 mujeres en promedio de los migrantes en el año 1895, el nivel ocupacional los inmigrantes estaban presentes en casi todos los sectores, un rubro que tenía una fuerte ocupación era el incipiente tejido industrial.
El alojamiento de los inmigrantes de gran participación en el tejido urbano se concentra en los casas que contenían gran cantidad de personas en estado de cuasi-hacinamiento en concreto los conventillos de la zona sur. El problema de la integración de los inmigrantes que se planteo en los 80, también continúa en los comienzos del siglo XX.
Las manifestaciones de los festejos de las fiestas patrióticas extranjera daban a la ciudad un colorido especial, el festejo del cuarto centenario del descubrimiento de americe fue un momento de exaltación patriótica y de mitologizacion de la figura de Colon desprovisto de raíces y de cualquier contexto que no fuera ibérico. Repudio a la invasión de EEUU a Cuba.
Fruto de esos esfuerzos serian la supresión de las estrofas antiespañolas en el Himno Nacional argentino, la invitación a prestigioso intelectuales españoles a dictar conferencias, las relaciones estrechas con Julio Roca en su segunda presidencias y la creación de la Liga Republicana Española en 1903.
En el extremo opuesto de esta corriente pro-española se encontraba en la creciente participación de los extranjeros en las asociaciones obreros y en la fundación en 1896 del Partido Socialista. Hecho visible en los festejos del 1 de mayo, en la fundación de asociaciones obrera y de movimientos políticas socialistas y anarquistas que también serian visto como una amenaza. Existían distintos niveles potenciales de conflicto entre los obreros y propietarios de la misma nacionalidad o propietarios de casa y sus inquilinos que se articulaban de modo complejo en la retorica que descendía sobre los inmigrantes por parte de órganos comunitarios.
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