Generacion del 90

La crisis económica de 1890 potencio matrices ideológicas diversas dentro de un periodo cultural caracterizado por una superposición de teorías y estéticas, donde convivían el romanticismo tardío con concepciones católicas y las novedades del socialismo y el anarquismo. En el estrato intelectual, el positivismo y el modernismo cultural resultaron los dos grandes cánones interpretativos de la nueva problemática.

Los más significativos exponentes fueron José Ramos Mejía, Carlos Octavio Bunge y José Ingenieros, mientras que Florentino Ameghino que desborda en el mundo académico e instala como figura laica dentro de sectores sociales más amplios.

Todos utilizaron y buscaron como fuentes de sus teorías, leyes objetivas, privilegiando hechos, con orientación spencerianas y conteanas, apelando a la psicología de las masa o al darwinismo social.

En aquel fin del siglo se organizo así una problemática centrada en la emergencia de una sociedad de masas, en cuyo interior se recortaban el problema inmigratorio y la consiguiente preocupación por la nacionalización de las masas, así como la cuestión obrera, el desafío democrático y el fantasma de la decadencia. Se indica la existencia de sujetos improductivos tales como vagos, locos y delincuentes (José Ingenieros), que fermentan a las ciudades modernas conspirando contra la estabilidad. Haciendo necesario instaurar un sistema de identificación y consiguiente exclusión de aquellos núcleos migratorios en donde la extranjería se conecta con la marginalidad del delito, la enfermedad y el parasitismo.

El legado darwiniano de la supervivencia del más apto, (Ramos Mejía) pero con una visión más paternalista en el trato con la inmigración en donde la acción del estado argentino sería necesaria para aplicar la potencia pedagógica para reeducar al recién llegado a la republica.

El hecho de que los extranjeros se ubicaran sobre todo en el sector de los trabajadores manuales y de servicios y la influencia ejercida sobre ellos por el socialismo y el anarquismo, potenciaron la configuración y visibilidad de la llamada cuestión social.

(Bunge) La desigualdad entre los hombres no reside únicamente en el sistema de leyes que regulan la vida de la sociedad y si en las entrañas mismas de la realidad, debido a lo cual es la concepción de la democracia la que debe ser impugnada por apoyarse en una serie de hipótesis anticientíficas como las del contrato social, el individualismo originario o la soberanía popular.

Las enseñanzas deben ser atesoradas por la clase culta para promover desde el gobierno la difusión del conocimiento, (Ingenieros) las minorías intelectuales son las únicas capacitadas para interpretar los signos que anuncian el ideal del futuro. (Bunge) en la pobreza de las clases bajas  en el egoísmo de las ricas encuentra así las bases para sostener la necesidad de la acción del Estado como instancia modeladora del Estado, buscando como modelo en mexicano Porfirio  Díaz.

Otro movimiento intelectual surge a partir del triunfo de USA sobre España en la guerra de 1898, alentó también a la intelectualidad latinoamericana a comenzar a desarrollar ideas contra el imperialismo norteamericano, en donde la Argentina veía a USA como un peligroso adversario en eventuales disputas hegemónicas, así también considerar la tradicional alianza con UK.

Si inicia así una recuperación del hispanismo en las propuestas sobre todo de Manuel Gálvez y de Ricardo Rojas, siendo necesario ese proceso para hacer frente al aluvión inmigratorio calificándolo como fauna que medra en la confusión de las multitudes urbanas, forjando una nueva conformación de una buena nacionalidad que será desplegada centralmente por el nacionalismo espiritualista.(Fuerzas morales José Ingenieros) (Nacionalismo latino), en donde el festejo del cuarto centenario del descubrimiento de América servirá como clímax para la expansión de esta filosofía en el resto de la población.

Lanzan su crítica al burgués holgazán que obliga a retroceder a la aristocracia, personaje que nace de la expansión de la modernidad como visión proveniente del mundo norteamericano, buscando nuevos paradigmas a utilizar como modelo del nuevo nacionalismo, en la Grecia antigua y en el desarrollo del espiritualismo (una parte del alma destinada al progreso)

Para recuperar las costumbres afectadas por el cosmopolitismo, Manuel Gálvez imagina una suerte de regeneración a partir de una catástrofe consistente en una guerra con Brasil que ganada o perdida, nacionalizaría a los extranjeros, paralizaría por largos años la inmigración u generación una vasta conmoción patriótica que estimularía a las intelectuales y a escritores a expresar el alma de la patria.

(Ricardo Rojas) comparte la creencia de que la idea de nación debe incluir la emoción del paisaje, el amor al pueblo natal, el hogar y la tumba de la familia, una lengua y una tradición comunes, el logro de este nacionalismo demanda para si las connotaciones el pacifismo y el laicismo, y de allí deriva todo un programa de reforma educativa que debe tener en sus ejes en la enseñanza de la historia y de la lengua, en cuya línea se halla la fundación de Historia de la Literatura Argentina.

La invención de esa alma nativa alcanzara por fin un momento definitorio con la entronización del gaucho como prototipo de la nacionalidad, en donde Leopoldo Lugones cristalizara un modulo de larga duración en la definición de la nacionalidad (Martin Fierro), que es considerado allí como modelo de nacionalidad basado en valores y tradiciones locales.

Donde el gaucho heredero de la antigüedad grecolatina, el héroe civilizador de las pampas y triunfo allí donde fracaso la conquista española que no pudo dominar al desierto y al indio (Conquista del Desierto)

El efecto de la modernización conjuntamente con la inmigración arrastra ante sus ojos el fenómeno típicamente moderno de la confusión, el intelectual debe entonces clarificar la mezcla espuria y recolocar simbólicamente a la gaucha en el sitio del que los extranjeros vinieron a desalojarlo en la realidad. (Volver a legitimar la elite basada en el reformismo político)